miércoles, 4 de abril de 2012

LOS MIEDOS

Esto lo escribí hace años después de un cine con un amigo, estuvimos hablando de nuestros miedos y yo le conté uno de los míos. Luego al día siguiente lo plasme en un papel.

Desde siempre me han dado miedo las mirillas de las puertas, el no saber que habrá detrás, y el preguntarme siempre si el que esta al otro lado sabe que le estoy mirando.
Es un juego de espionaje, ver sin ser visto, pero la pregunta es: ¿realmente no te ven?. Yo interiormente siempre he sabido que era un camino de dos direcciones. Por eso las mirillas mi inquietaban y me inquietan.
Si lo piensas es la típica pesadilla recurrente, esa que al menos dos veces al año te asalta mientras duermes. No hay que olvidar que los sueños se repiten y también las pesadillas.
Algo que siempre me ha dado miedo también son los ojos. El globo ocular. Un ojo de cerca.
Quizás no sea del todo miedo, sino un fuerte impresión que va creando una presión en el pecho que no deja respirar. Algo que termina oprimiéndote.
Es el pensar que algo se te acerca al ojo y me empiezan a llorar. Los ojos también forman parte de mis pesadillas, agujas que se clavan en el ojo, un enorme ojo que te observa, gotas en los ojos, y un sin fin de torturas oculares. 

Ahora junta las dos: una mirilla y al otro lado un enorme ojo que te mira, que te observa.

Debo confesar que me cuesta mucho usar la mirilla y que si lo pienso no la uso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario